Nuestra participación en el barrio tiene como principal objetivo devolverle a este aquello que perdió, recuperar la esencia que le aportaba la casa de la palmera actuando de una forma similar y adaptándonos al lugar.

Con una parcela de 6,25×22 m y la palmera existente, lo primero que hemos hecho es modular la planta en ocho módulos (casi) cuadrados para poder organizar el espacio y cumplir el programa.

Definimos 3 patios: uno para el inquilino (derecha), otro para la madre y los niños (izquierda) y el principal (centro) que separa las estancias. Además, en frente de cada patio nos encontramos un patio cubierto y el bloque de escaleras.

Planta baja con: salón comedor, zona de juegos, cocina, escaleras, despacho o sala de estudio, aseo de respeto y biblioteca transformable en la habitación de la abuela ocasionalmente mediante una cama abatible y una corredera escondida en el armario para separar las estancias y crear intimidad.

Planta primera con: habitación de la madre, habitación de los niños, zona de lectura, despacho o zona de estudio, habitación del inquilino (la cual también puede ser la de la abuela hasta que encuentren inquilino) y dos baños completos que distribuyen el resto de estancias.